Querido diario..

Querido diario, hoy, día 16 de septiembre de 2009, he conocido a una persona increíble, de esas con las que puedes hablar horas sin que te des cuenta que está pasando el tiempo, de esas que transmiten confianza y te entran ganas de contarles tu vida entera porque sabes que se quedará entre tú y ella, de esas que derrochan simpatía y cariño, de las que con sólo mirarlas sabes que son totalmente transparentes porque te transmiten todo con la mirada, de esas…

Y, ¿sabes qué? Que nunca voy a dejar escapar a esa persona, porque tengo 1.572 razones por las cuales quiero seguir teniéndola a mi lado, exactamente tantas razones como días lleva en mi vida. 1.572 días, son muchos, ¿eh? Pues sí, muchos días, muchas horas, y muchos minutos a su lado, pero no me canso. A pesar de sus despistes, que no son pocos, y de sus indecisiones, que son muchas otras. Pero, ¿qué sería de las personas sin los defectos? Nada. Por eso para mi, los defectos de esta persona son perfectos, tan perfectamente imperfectos como ella.

Tengo que darle las gracias por muchas decisiones que he tomado, y por muchas otras que nunca llegué a tomar. Por la cantidad de sonrisas que me ha sacado en estos años, pero también por las lágrimas. Por estar al otro lado del teléfono cuando la he necesitado, porque a pesar de esos 248,1 Km que nos separan la mayoría del tiempo, seguimos estando ahí, la una para la otra, porque para eso están las amigas, ¿no?, para decirle a la otra absolutamente todo lo que hace mal en su vida, y advertirle una y otra vez de las cosas en las que volverá a fallar. Porque ‘nosotras no tropezamos ni una ni dos veces con la misma piedra, nosotras tropezamos cuatro o cinco para cerciorarnos de que lo hemos hecho mal.’

Aunque esa persona apareciese en mi vida cuando tenía diecisiete años y estudiando Bachillerato, hoy por hoy está terminando la carrera, y yo no puedo estar más orgullosa de ella, porque siempre lo lleva todo para adelante, incluso a veces más cosas de las que podría llevar, pero ella puede con eso y con más. Estoy segura de que va a ser la mejor profesora del mundo, y por eso hoy, día 6 de enero de 2014, le regalo este bolígrafo, para que le acompañe allá donde vaya y siempre que lo utilice se acuerde de que un día, allá por el 2009, conoció a una persona que la adora y la adorará siempre.

Te quiero, amiga, y siempre lo haré. Espero que camines siempre a mi lado, y que todas nuestras aventuras y locuras se hagan pronto realidad. Nunca dejes de soñar.

Gracias.